Si su niño es un atleta activo o simplemente un niño pequeño que da brincos en su cama, hay grandes probabilidades de que se caiga, en su casa o en el campo de juegos, en algún momento.
Estas caídas son por lo general inofensivas. Pero cuando un niño se cae con un brazo extendido, la velocidad de la caída combinada con la presión de golpear contra el piso podrían ser suficientes para fracturar, o quebrar, un hueso en el codo. De esa manera ocurren casi todas las fracturas cercanas a la articulación del codo.
Estas fracturas que ocurren en el codo, o alrededor del codo, corresponden más o menos al 10% de todas las fracturas en los niños.