Es una lesión benigna habitualmente encontrada en los niveles T1 y T2 y que, en ocasiones, se vuelve dolorosa y destructiva, a la vez que causa fracturas que afectan la resistencia del cuerpo vertebral, o se presenta como burbujas que pueden comprimir el saco dural o en el nivel del pedículo. Este padecimiento requiere previamente la vertebroplasia y la esclerosis de las lesiones. Aplicando el etanol de manera transpedicular puede tratarse por medio de embolizaciones trasarteriales; sin embargo, en nuestra experiencia nunca realizamos una vertebroplastia para este tipo de tumor.

Uno de los principios de la valoración y tratamiento de los tumores primarios o lesiones metastasicas de los cuerpos vertebrales consiste en realizar una biopsia, evitar el aplastamiento y quitar el dolor por fractura del cuerpo vertebral, todo lo cual se logra por medio de la cirugía mínimamente invasiva en la que se combinan la biopsia y la vertebroplastia.

Con este procedimiento las complicaciones son bajas y sirven para aplicar quimioterapia o radioterapia. Se recomienda que la vía más adecuada sea la transpedicular en la columna dorsal y exclusivamente de un lado. En nuestra especialidad la realizamos mediante dos abordajes, en uno de los cuales se realiza la biopsia y el otro la vertebroplastia.